Yo y la celiaquía, parte I - El diagnóstico final

¡Hola otra vez!

Como os dije en un post, os iba a hablar de mi vida desde que he sido diagnosticada como celíaca. 

Pero como me gusta empezar desde el principio (y enrollarme como una persiana, siendo sincera :P) os voy a contar quién soy, mi historia hasta el diagnóstico y mi vida como celíaca.

Me llamo Ana Isabel (Anaís para muchas personas), tengo 21 años, nací el 11/09/1994 en Cádiz, y soy la peque de la casa.

Desde pequeñita me he considerado una persona demasiado glotona que no le ponía cara de asco a absolutamente nada, pero siempre tuve algo en mí que hasta hace poco no supe qué era exactamente.

¿Ese algo? Pues lo han llamado: colon irritable, gastroenteritis viral, estrés, nerviosismo, indigestión, estreñimiento por beber poca agua, alergia al sol, intolerancia temporal a la lactosa, psicosis...

Desde muy peque, siempre estaba con problemas para ir al baño, tenía una barriga bastante pronunciada (también está algo achacado a que estaba bastante gordita; las cosas, por su nombre) y problemas de estómago. También me salían ronchitas y llagas en la boca, e incluso herpes en los labios que achacaban a falta de defensas, genética, estrés, etc.

Según fui creciendo, a la edad de dieciséis años todo dio, como yo digo, un giro de 360º: del estreñimiento pasé a las diarreas continuas casi después de cada comida, hinchazón constante luego de comer cualquier cosilla, cansancio como si llevara siglos sin dormir, un poco de insomnio que achacaban al repetitivo y supuesto "estrés" con el que pasaban años y años y me daban largas en la consulta del médico. Tuve los brazos llenos de ronchas, los codos llenos de puntitos que parecían urticaria y ronchas pequeñitas en las dos piernas que picaban y ardían de forma insoportable.

A los 20 años, aproximadamente, la cosa fue a peor: esa sensación de cansancio se triplicó y siempre andaba apática, malhumorada, las diarreas eran, si caben, aún más repetitivas y molestas, me dolía siempre en la boca del estómago y encima del ombligo, tenía la barriga tan dura que parecía que estaba embarazada, y, sobre todo, pero ésto ya cerca de los 21, pegué un bajonazo de peso al que quise achacar al deporte y a la dieta sana que llevaba.

Casi a los 21, decidí que ya era hora de que me dijeran qué me estaba pasando, puesto que me encontraba totalmente mal y las analíticas salieron en hierro, glucosa y transaminasas bastante dispares como para considerarlas normales. (Cabe destacar que siempre tenía el hierro más bajo que el mínimo normal y que lo consideraban como algo "no llamativo")

Me hicieron las pruebas de predisposición genética a la EC porque al tener a un familiar de primer grado (mi hermana) con Celiaquía, querían descartar el riesgo de que la desarrollara o simplemente fuera portadora del gen. Para mi sorpresa, dí positivo en el HLA-DQ2. 

Luego vino casi inmediatamente la gastroscopia y sus respectivas biopsias, en las cuales esperaba de todo corazón que solamente los nervios me estuvieran jugando una mala pasada, aunque, para mi disgusto, no eran los nervios...

¡Y llegó el momento en el que dieron con lo que me pasaba! 

"Ana: por tu cuadro clínico, tus resultados en la biopsia (gastritis crónica inespecífica, Marsh I-II y TD3+), y el DQ2 positivo, debes de quitar el gluten de tu dieta de por vida: eres celíaca."

¿Celíaca? ¡¿YO?! Espera, espera... ¡¿CÓMO?!

Pues sí, así es. Celíaca. Sin gluten, de por vida. 

El jueves 2/11 haré dos semanas con la DSG, y, aunque es muy prontito para notar cambios, mi mal humor está desapareciendo progresivamente, la hinchazón va bajando, ya no noto ese malestar al comer, ni tengo tan seguido las migrañas que he llegado a tener.

Como digo: es muuuy pronto para recuperarme totalmente, pero, ¿y lo que voy aprendiendo cada día sobre mi condición? ¿y lo que voy mejorando-y mejoraré, a su tiempo-de salud y de todo en general?

A los que son nuevos como yo, a los recién diagnosticados, les dedicaré una entrada dentro de muy poquito en mi blog. Pero de primera os digo, como a mí me dijeron:

Piensen en positivo siempre; piensen en que van a volverse a sentir tan vivos y alegres como eran antes cuando lleguen a su plena recuperación.

En positivo y con ganas, TODO es más fácil y llevadero. ¡ÁNIMO a los que, como yo, son nuevos en el mundo gluten free!

Besitos de jengibre para todos/as :*